Era una tarde de viento y sol; la tranquilidad del vecindario solo se perturbaba por el perdido sonido de uno que otro carro que pasaba por el lugar o por el trinar de los pájaros que se hacían sentir entre los escasos árboles que custodian el paisaje reciclado del Wynwood. Me encontraba en el corazón de una exclusiva zona de Miami, una zona emergente para la escena del arte, donde, entre una gran variedad de locales, se encuentra el moderno espacio de trabajo de Federico Terán.

Federico es un hombre elegante y amable; al verlo aparecer detrás del cristal de su oficina, tuve una sensación de bienestar y de bienvenida. El espacio en el que ahora estábamos los dos para realizar la entrevista despedía un sutil aroma a nuevo y la dramática intensidad de los diseños del interiorista nos rodeaba con sobriedad y elegancia al mismo tiempo.

Evidentemente el diseñador de interiores mexicano conoce muy bien cómo combinar la fuerza y la sutileza con los recursos visuales de la imagen y el color. La primera frase que Federico me dijo al iniciar nuestra conversación fue, “el reflejo de tu alma está en tu casa o en tu lugar de trabajo”. Aquí quedaba claro que estaba frente a un alma con mucho talento y creatividad.

De padres provenientes de culturas mixtas, su padre de descendencia húngaro-americana, licenciado en administración de empresas por la reconocida universidad Notre Dame­; y su madre una decoradora mexicana, Federico Terán es el segundo de tres hijos y siempre marcó el camino de la creatividad al expresar en formas todo lo que se le ponía enfrente, desde servilletas hasta los papelitos que se encontraba en la calle.

Estudió en la Ciudad de México hasta los 11 años cuando se mudó a vivir Chicago. Luego regresó a México para terminar la escuela con altos honores. Su pasión por la creatividad lo llevó a ingresar a la Universidad Iberoamericana donde se graduó con el promedio más alto en la historia de la carrera de diseño. Más tarde, fue honorado e invitado a formar parte del profesorado de dicha universidad para enseñar dibujo técnico y 3D, técnicas de color, imagen corporativa y dibujo arquitectónico.

Después de haberse graduado de la universidad fue invitado a trabajar en una reconocida agencia española de publicidad como Director Creativo. Posteriormente, abrió su propia compañía de diseño y publicidad al lado de sus hermanas Blanca y Mariana. En esa etapa, Federico conoció las técnicas de la pintura japonesa, en las cuales se basa la gran parte de su obra. En sus inicios, el diseñador realizó obras originales utilizando técnicas mixtas, ente las que se destacan el acrílico, lo que originó su propia técnica. Él se considera a sí mismo un pintor abstracto, y así es como se percibe su obra de fuerte colorido y pasión, inspirada por los grandes artistas plásticos Gunther Gerzso y Carlos Mérida.

El estilo de Terán es contemporáneo pero con un sabor especial de calidez y elegancia. Ya ha realizado casas y condominios para clientes en México, Houston, Chicago y Miami. “Me gusta diseñar proyectos que hagan sentir a mis clientes como si vivieran en un santuario”, afirma Federico, cuyo lema es “¿para qué vivir simple si se puede vivir fantástico?”.

Federico, ¿qué te atrajo del diseño de interiores?
Bueno, ¿qué te puedo decir? ¡Siempre me ha gustado! Obviamente, una fuerte inspiración fue mi mamá que igualmente era diseñadora; ver cómo jugaba con los colores y las formas siempre me fascinó. Admiro el talento de muchos diseñadores que hacen que cuando entro a una habitación o un cuarto me hagan decir ¡wow! Admiro las formas, el color, el aroma, todo. Creo que poder visualizar un cuarto terminado antes de empezarlo ha sido un don que Dios me ha dado.

¿Cómo empezaste?
La verdad, fue por error…. o ¿quién sabe? Quizá era mi destino. Aunque siempre me gustó diseñar casas y condominios y diseñé muchas de las casas de mis amigos, yo me gradué fue de diseño gráfico. Trabajé como director creativo de una agencia de publicidad diseñando grandes campañas nacionales para hoteles y bancos. Posteriormente abrí mi propio negocio en México y desarrollé un equipo creativo de 25 diseñadores incluyendo gráficos, industriales y de interiores. Cuando me mudé a Miami tuve la oportunidad de comprar una casa en Miami Beach y la remodelé completamente. Para mi primer cumpleaños, realicé una fiesta y llegaron unos amigos con otros amigos y todos me preguntaron que quien me había diseñado la casa. Les dije que había sido yo y me contrataron para hacerles su condominio en el Portofino. Ellos me recomendaron con otras personas y así fueron saliendo los clientes. Solitos han llegado a punta de recomendaciones.


¿Qué te trajo a los Estados Unidos?
Llegué a este país por mi trabajo en la industria de la música. Estaba como VP de Latinoamérica de una disquera y después de manejar la empresa en México, me trajeron a Miami para desarrollar todo el mercado latinoamericano. Pero después de 6 años ya quise regresar a mi pasión que es el diseño así que poco a poco fui abriéndome camino hasta ahora.

¿Qué clientes importantes ya has tenido?
Bueno, me he especializado en diseño de interior de gama alta, por lo que te puedo decir que he tenido clientes importantes pero no te puedo mencionar nombres. Le he diseñado casas y condominios a artistas latinos aquí en Miami y una casa en Star Island a un futbolista reconocido en México; también he diseñado para banqueros y presidentes de corporaciones de Latinoamérica que están comprando propiedades en Miami y en sus países.

No hace mucho tuviste tu incursión en la televisión. Háblanos sobre tu programa de decoración en el canal Univision.
Bueno, eso también fue algo completamente inesperado. Todo se dio gracias a unas mujeres maravillosas que creyeron en mí y me animaron a considerar el hacer televisión. Fue una gran oportunidad y el compromiso fue de solo cinco especiales ya que nuestros proyectos tardan mucho en realizarse, mínimo ocho meses. Así que no es el tipo de programa que puedes grabar en un fin de semana. Por eso solo hicimos cinco, pero fue una experiencia increíble y le estaré agradecido a Univision por la invitación tan cordial que me hicieron y sobre todo por creer en mí y en mi trabajo. Ahora me gustaría hacer televisión en inglés, pero con mi toque latino, ¡obviamente! (Risas).

¿Qué planes tienes para este año?
Bueno, acabamos de abrir nuestras nuevas oficinas aquí en Wynwood y estamos abriendo una nueva empresa llamada “Fede Furniture” donde vamos a comenzar a diseñar y fabricar mi propia línea de muebles paralelamente a mi línea de puertas que ya están en el mercado. Tenemos dos proyectos muy grandes en Venezuela y Costa Rica y otros cinco en Miami que están espectaculares. Pero, ya sabes, no me puedo quedar quieto, así que vamos a ver que más sale en el camino.

Además de artista, filántropo

“Si gano diez pesos, voy a donar un peso a quien lo necesita”, es otro de los lemas de Federico Terán. Acostumbrado a moverse en un mundo de lujos, entre personalidades del arte y famosos, Terán no descuida su condición de ser humano sensible; hace varios años está vinculado a causas solidarias y ayuda especialmente a niños en situación de riesgo. Aparte del diseño, Federico también estudió medicina y se iba a enfocar en ser cirujano plástico para realizar cirugía reconstructiva y ofrecerles a niños una vida feliz. A partir de allí comenzó una investigación que lo llevó hasta “Tres Cocos”, un pueblito pequeño ubicado a las afueras de México, donde había una escuelita de monjas que vivían en la pobreza total con 133 niños maltratados. Esta situación “le partió el alma” y decidió que tenía que hacer algo por ellos. Fueron dos años los que trabajó por esa causa; había hablado con todos sus amigos ricos de México, les pidió ayuda y se la dieron. De esta manera todos juntos pudieron cambiar la realidad de estos niños y les dieron la oportunidad de poder crecer de una manera diferente a la realidad que les tocó vivir. Terán reconoce que esta es una manera de ser agradecido por la abundancia que goza en su vida personal y profesional.